La construcción
de la memoria desde la ausencia
“Con la cámara
una piensa que es invencible, invisible… y todo, y después, te matan” dice
Juana Sapire. Se refiere a su compañero Raymundo Gleyser, detenido-desaparecido
durante la última dictadura militar argentina por su compromiso militante.
Es parte del
relato que registra Cynthia Sabat en su opera
prima “Fuego eterno”, que se exhibió en
la Universidad de Yale durante el segundo día del Festival. Buena parte de este
documental se filmó “en el camino”. La cámara transcurre por calles de Nueva
York donde Juana Sapire buscó refugio para ella y su hijo, y por algunas de Buenos
Aires, cuando Juana regresa para dar testimonio en el juicio que se siguió a
los responsables del centro de detención El Vesubio.
¿Qué hizo
Raymundo Gleyser para merecer el destino que tuvo? Filmar películas con un alto
compromiso social, dando voz a los que no la tenían. (Definitivamente hay pocas
cosas más subversivas que eso). Había formado lo que se conoció como “Cine de
la Base”, con la idea de llevar el cine a los protagonistas de sus películas:
obreros, campesinos, pueblos originarios, y su idea era exhibir sus proyecciones
en cualquier parte y con mínimos recursos. A excepción de “Los traidores” que
fue el único film que dirigió de ficción, se dedicó al documental político y
así vieron la luz, entre otros, “México, la revolución congelada” y “La tierra
quema”.
Estas películas,
al decir de Juana Sapire, eran “errantes” hasta que Liliana Mazure, presidente
del Instituto Nacional de Cine de la República Argentina (Incaa) les otorgara
carta de ciudadanía.
Todo el movimiento
casi incesante de la cámara es un recurso que acompaña claramente la narración,
y la edición y el color parecen retrotraernos a algún momento de los 70’s o de
los 80´s. Ese contínuo discurrir de las
imágenes no es otra cosa que un viaje a la memoria.
Sabat recorre con
los protagonistas, Juana y su hijo Diego, quienes tienen opiniones encontradas
acerca del perdón a los genocidas, un camino en el que la figura de Raymundo se
va armando en la ausencia y su historia crece, mientras la vida transcurre
pacíficamente. Algunas escenas conmueven especialmente, como las que muestran
el veredicto de los jueces de Buenos Aires, porque no se puede permanecer
impasible ante lo abominable. Muy buen trabajo de Sabat, que deja ganas de más.
En la actualidad,
Cynthia Sabat y Juana Sapire están trabajando en un libro sobre la vida de
Raymundo.