Serigrafias de Franco de Daniel Ritcher |
El cine documental nos
remite necesariamente al debate sobre “la realidad y su representación”. Sabemos que la preeminencia de la subjetividad- como un rasgo del presente- hace
tambalear las pretensiones de verdad objetiva de cualquier narrativa. Es así que el género, con una mirada creativa y artística, busca -casualmente- llevarnos a la reflexión de una
determinada realidad a la que representa visualmente.
“Los colonos del caudillo” es
un muy interesante trabajo de la española Lucía Palacios y el alemán Dietmar
Post, que ya trabajaron juntos en otros proyectos. (En 2002, el documental “Reverendo
Billy y su Iglesia de parar las compras” y en 2008 ,“Monks, the transatlantic
feedback”, que se hizo acreedor del Adolf Grimme Award, equivalente al Goya de
España).
Desde que surgió la idea de
“Los colonos..” hasta su realización efectiva pasaron 10 años cuenta la
manchega Palacios, que recuerda que en un viaje que realizó con Post a su
pueblo natal fueron de paseo a los Llanos
del caudillo, donde éste se quedó impresionado por “los símbolos
franquistas que aún quedaban en las calles”. Una cosa trae la otra, y la
curiosidad fue finalmente satisfecha con una investigación a la que ayudó el
descubrimiento de valiosísimo material documental de época, que estaba a punto
de ser decomisado, y que sirvió para una narrativa que refiere a la historia de
uno de los 300 pueblos nuevos, creados como parte de la política de
colonización de Francisco Franco.
Entrevistas a los primeros
colonos, a historiadores y políticos como Utrera Molina, que fuera Ministro de
la Vivienda del Generalísimo, a Felipe González, que jugó un rol fundamental en
el restablecimiento de la democracia en España, así como a funcionarios
municipales actuales y anteriores y un enjundioso trabajo de revisión
documental y de archivo historiográfico y fílmico nos permiten recorrer la
historia de España desde la victoria de las tropas fascistas hasta el momento
presente, donde los habitantes de Llanos del caudillo debaten acerca de la
eliminación del sustantivo que alude al dictador.
El establecimiento de
nuevos pueblos surgió a partir de cierta ayuda en subvenciones y préstamos
especiales para la compra de maquinaria agrícola y desarrollo de
infraestructura ofrecida por el plan Marshall de Eisenhower (aunque España no
fue parte de él). En ese mérito se crearon zonas de colonización y se dispuso
de un sistema de selección de colonos
(sin antecedentes republicanos, buenos católicos y nacionalistas) que
respondieran al ideal del “hombre nuevo fascista”, representando “la reserva moral
de la patria”. Llanos del caudillo es el resultado de esa política llevada a
cabo entre 1939 y 1975 y es una suerte de legado, donde la impronta de Franco subsiste
y puede verse empece al sostenido triunfo de los socialistas en las elecciones
municipales.
Es interesante destacar que
para la financiación de la película (no consiguieron el apoyo del ICAA y
necesitaban juntar E50.000 para terminarla), sus hacedores recurrieron al
crowdfunding: un proyecto de micromecenazgo a partir de la venta a muy bajo
precio de serigrafías que el reconocido artísta plástico alemán Daniel Ritcher
hiciera del propio dictador, en estilo dadaísta.
“Los colonos del caudillo”
es “la historia de un pueblo sin historia”, en palabras de su propio alcalde.
Sin embargo, está atravesado por ella y nos muestra minuciosamente y con
perspectiva crítica sus principales hitos, sucedáneos de la historia mas
abarcativa del país (la política de represión de la dictadura, el colapso del
campo, el desarrollo del turismo y la emigración, las primeras protestas y la
demanda por los derechos civiles, el doble juego de Juan Carlos de Borbón, la
muerte de Franco, el Tejerazo, la asunción de Felipe González, la ley de la
memoria histórica, el resurgimiento del movimiento falangista). Y de la interacción, del constructo entre el sujeto y el objeto, surge –finalmente-,
lo real.
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