Sunday, April 20, 2014

¿Hay vida después del divorcio?

Transcripción de la columna de la Dra. Almafuerte, que encontré en la edición número 34 de la Revista “Gardenias y Jacintos”.





¿Hay vida después del divorcio?

Querida Dra. Alma:

                 Tengo 56 años, dos hijos  que no parecen tener intenciones de irse de la casa cuando se reciban sino, al contrario, quedarse e ir trayendo a sus respectivas novias de a ratitos (así no me doy cuenta), y dos trabajos, ya que el zanguango de mi ex- marido hace todo lo posible por pasarme dos pesos para la manutención de esos hijos que se ve que se olvidó que ayudó a concebir. Como podrá imaginarse, es poco el tiempo que me queda para ver a familiares y amigos, quienes me insisten que debo buscar pareja e intentar rehacer mi vida. Mi temor a equivocarme nuevamente es tal que he venido poniéndome todo tipo de excusas, aunque le confieso que, íntimamente, sueño con encontrar un hombre bueno, que me trate bien y con quien poder hacer cosas que no pude hacer antes, cuando mis hijos eran pequeños y tenía un marido que atender. Y aquí viene el problema: no soy muy ducha con esto de las citas por Internet y me da mucho miedo encontrarme con un sicópata,  y si voy con alguna amiga a bailar me siento intimidada por el ambiente y como  además  - según me dicen mis amigas-, debo “producirme” como si fuera una actriz de Hollywood, me siento todavía mas fuera de lugar, sin mencionar que no sé ninguna de las letras de las canciones.
¿Qué puedo hacer?  ¿Es que debo renunciar a la idea de encontrar un nuevo amor?

Ana, de Mataderos

Querida AdeM:
                Tus temores y reparos son propios de la situación que tienes que encarar. Por eso mismo, no debes desesperar: desde ya te digo que vas a que ver la luz al final del túnel. De todos modos es prudente que lleves una linternita para el camino, o al menos una vela, que siempre ayudan. También te anticipo que no necesitas aprenderte todas las letras de las canciones de moda de memoria, solo los estribillos. Esto te lo digo no para que impresiones a un potencial candidato, para  que piense que estás “in”, sino pura y exclusivamente porque cantar es una actividad muy energizante y si el mentado resulta ser un pelmazo, siempre puedes pasarla bien contigo. En cuanto a lo de la producción, aunque es pura propaganda, debo aclararte que puede resultar eficaz en un primer momento. Pero solo entonces. Ya que, al cabo de algunas horas, te empiezas a marchitar como una cucurbita (N.R: tarea para la casa: buscar qué es una cucurbita). No te digo que te presentes mal trazada ni con muchas manos de pintura porque corres el riesgo de que en vez de lucir como Cleopatra parezcas Amenhotep y que debido al sudor y al calor del ambiente, el maquillaje te quede como la ribera del Nilo cuando cede la crecida. Lo mejor, pues, es apostar a la discreción y, en todo caso, en vez de poner todo tu cuerpo en movimiento, economizar y manejarte con el popular y siempre efectivo revoleo de ojos, cuyo poder de seducción sigue teniendo la fuerza de 10.000 caballos.
            Es, de todos modos, ponderable que quieras volver al ruedo. Muchas de nuestras lectoras te considerarían una verdadera heroína, ya que hay quien se queda completamente escarmentada después de un mal matrimonio y no quiere reincidir. Por eso mismo, ¡Ánimo!, a seguir adelante AdeM, y no te dejes de contarnos cómo sigue la historia.
Dra. Almafuerte