Cobertura del Festival de Cine Iberoamericano de Nueva Inglaterra NEFIAC 2013


Quienes me conocen saben de mi afición por el cine. El que me propusieran cubrir el 11vo. Festival de Cine Iberoamericano de Nueva Inglaterra es, sin lugar a dudas, una excelente oportunidad, no solo para disfrutar del 7mo Arte sino también para conocer qué es lo que están haciendo nuestros creadores. Voy a iniciar aquí, una serie de comentarios de las películas y actividades del Festival. F.R.


Con la comedia Broche de Oro (2012) se inauguró ayer en New Haven, una nueva edición del Festival de Cine Iberoamericano de Nueva Inglaterra (NEFIAC, por sus siglas en inglés), que busca promover la cultura hispana a través de la proyección de películas, documentales, cortos, animación y otras producciones artísticas realizadas en Latinoamérica, España y Portugal.
La bienvenida estuvo a cargo de la siempre activa Margherita Tortola (una de sus almae matres) y contó con la presencia del Alcalde de New Haven, John DeStefano Jr. en el acto inaugural.
El filme, que contó con el apoyo de la Corporación de Cine de Puerto Rico, constituye el segundo trabajo en el que su director, el portorriqueño Raúl Marchand Sánchez, es también guionista y editor. Al igual que en su opera prima, “12 Horas”, el joven director -que ya tiene en su haber nueve largometrajes, se inclinó por la comedia, con logrados momentos que provocan la risa genuina del público y cierta tensión dramática que requiere la trama para llegar al happy end a tono con el género.

La historia es simplísima: Fernando, Pablo y Elmo, que viven en un hogar para adultos mayores, dirigido por unas monjas, deciden, con la ayuda y complicidad del nieto de Fernando, hacer un viaje a la costa, donde aquél tiene una propiedad. Eso sirve para proponer  un re-encuentro con el pasado y, a la vez, la aventura. Aunque el guión afloja por momentos, el soporte de un elenco de afamados comediantes como Adrián García (Anselmo/Elmo) y Diego de la Texera (Pablo), así como la solvencia de Jacobo Morales, a quien se atribuye mucha de la vitalidad y surgimiento del cine del país.

Es de destacar la actuación de la multifacética Carmen Nydia Velázquez (Margarita), que hace una deliciosa interpretación así como la de Luis Raúl en su rol de Norberto  y, a su turno, la de Luis Omar O´Farril como Carlos, el nieto de Rafael Medina (Jacobo Morales), que resulta convincente.

Con buenas tomas aéreas que muestran la belleza del lugar e interesantes  contrapicados, como los de los surfistas remontando las olas, la película tiene buen ritmo. Me recordó las comedias de costumbre de mi infancia, con la inevitable referencia – por nuestra herencia y educación católica-, a monjas, conventos y demás artificios religiosos y los típicos gags.

Es, en palabras de su director, una carta de amor a sus abuelos. Significa, también, en otra escala, la reafirmación de esa vocación de cineasta que le nació en la infancia, cuando empezó a filmar en Súper 8 y a realizar pequeñas obras teatrales con las que, según me contó, llegó a ganarse alguna peseta. Es, finalmente, una apuesta en el desarrollo del nuevo cine de Puerto Rico, cuya producción todavía es de pequeña escala y se ve poco en otras latitudes.  
Para pasar un buen rato. Sin pretensiones.





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