Monday, October 27, 2014

Colegas (Brasil, 2013)





El avance de la técnica, el desarrollo mismo de la industria, el abaratamiento de los costos de filmación (recordemos las dificultades y costos de importación de cinta virgen hasta la digitalización), nuevas e ingeniosas modalidades de financiamiento, etc., hacen, por un lado,  que sea más accesible hacer cine pero mucho más difícil encontrar canales de distribución y comercialización del material  debido a la “oferta saturadora” que debe, además, competir con cuotas de pantalla y con la hiperpromoción de películas representativas y del mainstream. Por lo que sea, siempre resulta más difícil para noveles directores darse a conocer, mostrar lo que hacen y llegar al público.  
Los festivales se han convertido en un vehículo muy importante para esto.  Una vez que se han sorteado todos los obstáculos, cuando se llega a esta instancia, en general y más allá de las campañas publicitarias, el talento tiende a imponerse. Así, los amantes del séptimo arte y el público en general podemos saber qué es lo que hacen y quieren decir los directores y cómo lo hacen. Así podemos descubrir las perlas y los relaves de esta gran metalurgia que es la industria cinematográfica. Así es como descubrimos "Colegas".

Una deliciosa historia que Marcelo Galvâo pone en boca del jardinero del Instituto Santa Lucía, en el que se alojan Stalone, que siempre soñó con conocer el mar, Aninha, con casarse, y Marcio, con volar.  Los tres, chicos especiales- amigos inseparables, deciden emprender un viaje para hacer realidad esos sueños. Y así van a desembarcar en Buenos Aires.

“Colegas” tiene todo lo que necesita una buena película para enamorar: un guión inteligente que desarrolla el humor que de manera refinada lleva hasta la hilaridad -con un narrador que le habla a nuestro niño (al que todavía somos)- ; que resuelve el dramatismo de las situaciones sin  derrumbes, sin caer en golpes bajos ni en consabidos gags y estructura las escenas para sacar el mejor partido de lo que quieren transmitir, y que hacen de esta road movie una placentera y recomendable experiencia.

Interesante fue observar la respuesta del público: aún prevenido de que los personajes principales son tres chicos con el Síndrome de Down, no sabía muy bien cómo reaccionar al principio. Sin embargo, a poco lo descubriría y se montaría en el viaje que también era meterse en el Cine. Aquí Marcelo Galvâo  aprovecha la oportunidad para agradecer a su tío Marcio lo que le enseñó de la vida y para hacer un merecido reconocimiento al Cine, con mayúsculas.

Los chicos aman las películas, y colaboran en la videoteca del instituto. De hecho, Stalone se sabe de memoria los diálogos de "Thelma y Louise". Como ellas, los chicos se lanzan a la carretera a vivir aventuras sin par. Muchas frases célebres de grandes películas servirán para hacer avanzar la historia y, de paso, para hacernos evocar algunos de los mejores momentos del cine.

La escena del cruce de una extrañamente vacía Avda. 9 de Julio en Buenos Aires, replicando  la mítica fotografía de los Beatles al cruzar la Abbey Road de Londres - portada del último disco-, es memorable, como la de Marcio entrando de cabeza en el globo naranja.

Las actuaciones de Ariel Goldenberg, Rita Pokk y Breno Viola son geniales y cuentan con el soporte de Lima Duarte, el portugués Rui Unas, Christiano Cochrane, Leonardo Miggiorin,Juliana Didone y Amélia Bittencourt.

“Colegas” es una historia de amor. También, y sin decirlo, habla de inclusión, de respeto por las personas con capacidades diferentes, y nos deja con la liberadora sensación de la esperanza.

Después de todo el cine, como dicen Serroy y Lipovetzky, siempre ha sido una técnica de ilusión.

La película es una coproducción brasileño/argentina.






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